CDMX my love

Amo las ciudades grandes, la mezcla de caras, los rostros de todo el mundo, la cultura, el arte, la música, la expresión artística, la gastronomía, el vino, simple y sencillamente cualquier expresión del ser como parte de su ARTE.

Mi abuelo materno era relojero y gracias a él aprendí a pintar, el arte de escuchar y a apasionarme por la MÚSICA, era un hombre nacido en la CDMX con abuelos españoles, un hombre fuerte, trabajador, artística, culto, inteligente, divertido y liviano, amaba el arte del bon vivant, y era un hombre honesto y trabajador, consciente de su propio arte y magia para compartir al mundo.

Quiero contarles sobre él, porque parte de estas características las llevo en la sangre y CDMX me acerco a esta parte de mi linaje masculino, de mi energía masculina.

Hace 14 años llegué a esta maravillosa ciudad, venía de Querétaro, viví 3 años ahí siendo la primera vez que experimentaba mi vida profesional fuera de mi lugar de origen.

¿Qué me trajo a CDMX? Mi profesión, mis ganas de superarme, mis ganas de cotizarme y de tener un empleo con mayor expansión. Y el amor ¡! Para que me hago tonta si fue una de las razones importantes por la cuales me mude a esta maravillosa y enorme ciudad. Era 2009 y estaba enamorada de un francés con el cuál compartí parte de mis primeros 5 años en está ciudad. Debo decir que llegue como buena provinciana temerosa, por todo lo que escuchas de la ciudad.. asaltos, robos, terremotos, bla bla bla. Las noticias amarillas que se escuchan a cada rato.

Llegue a CDMX en el 2009, viviendo en una de las colonias más lindas de la ciudad: La Roma, desde que vivía en Querétaro me daba mis escapadas a CDMX, y amaba la ciudad, simplemente por ser, por la gran gama de experiencias y lugares que una ciudad cosmopolita te puede ofrecer.

Amaba ir a las fiestas de amigos en Polanco, llegar a departamentos increíbles en Paseo de la Reforma y llegar a fiestas llenas de gente de todo el mundo. Amaba el mundo corporativo, los negocios, las muchas más oportunidades que en aquel momento veía desde mi perspectiva y profesión. La música, los conciertos, el arte, la oferta enorme de museos de la ciudad, la propuesta de gastronomía, los domingos en Coyoacán y San Angel, las pedas con los amigos en Xochimilco.

Ciudad de México para mi representó un boom en esa época, a mis 27 años estaba en plena expansión del conocimiento (y ojo! La sigo estando! ;-). Llegue a formar un hogar, ese hogar que llamé casa por algún tiempo que forme con mucho amor y que después de 10 años en pareja tuvo que terminar. Estos primeros 5 años estuvieron llenos de varias experiencias, era una época donde aún no salía de mis condicionamientos, donde aún no conectaba con lo más profundo de mi corazón y mi esencia, por lo que estaba condicionada por mi educación, por lo que me habían dicho que era del deber ser, por las creencias que había tomado como acuerdos, por el sistema, por la sociedad. Después de mudarme por una oferta laboral para Marketing en una empresa de autopartes, salgo de ese empleo, me liquidan y estuve un rato buscando trabajo.

A esta primera etapa en CDMX podría llamarle : ILUSIÓN – la búsqueda constante.

Esta primera etapa estuvo llena de búsqueda bajo un condicionamiento, me dedique a buscar trabajo y si yo te contará las veces que pase por entrevistas no me lo creerías, pasaba entrevista de trabajo, tras entrevista y llegaba a frustarme porque no encontraba algo para mi. Realmente hubo un momento en que buscaba por buscar porque ya lo único que necesitaba era trabajar.

ESTABA REACCIONANDO EN VEZ DE HACER PAUSA E IR HACIA ADENTRO Y ESCUCHARME. Estaba reaccionando a un condicionamiento, porque en aquella época no pensaba que pudiera hacer otra cosa si no era trabajar para un corporativo.

Muchas veces el universo me dijo por aquí no es y las señales eran claras, eso no quiere decir que renuncies a tus sueños, que no sigas tocando puertas, pero sí que te vayas moviendo hacia donde la energía va, y las muestras y pruebas son claras, solo que nos empeñamos en no verlas, en ir con la mente y no con la intuición.

Después de esta primera etapa y de mi rompimiento con mi ex novio, viene mi vida sola en CDMX.

Esto podría llamarle la INDEPENDENCIA.

Voy a terapia durante un rato, encuentro un empleo que por primera vez me gusta, me siento valorada y voy desarrollándome en ese ámbito, amo mi carrera como Mercadóloga. Desarrollando mi propia independencia en todos los sentidos, personal, financiera, fueron meses al inicio complicados porque a los 33 años de mi vida siempre había estado con una persona, nunca había tenido la oportunidad de palparme, de ser mi mejor experimento, de soltarme, de conocer a más gente, de aventarme, de arriesgarme. Fue una etapa maravillosa porque todo comenzó poco a poco a embonar, solo que ahora mis entrevistas de trabajo pasaron por citas amorosas, llego la etapa de las aplicaciones de citas.

Comencé a conocer a mucha gente, a salir, a divertirme, a experimentarme. Y que etapa maravillosa, si también en ocasiones la cague, la cague pensando que quería y estaba lista para enamorarme de nuevo. Cuando en realidad lo único que deseaba era encontrarme conmigo mismo por medio del otro.

Abrazo tanto a esa versión de mi, porque la disfrute al máximo y me permitió observarme y cuestionarme.

Pero sabes que ¿? Tenía una vida ideal para una mujer de 35 años, un trabajo estable, un poco matado pero estable, vivía en un departamento divino de la Roma pero algo dentro de mí me decía que había un propósito más grande que eso. En el 2019 conocí a mi sensei quien me llevo a adentrarme a mi y preguntarme ¿quién era Berenice, que realmente quería Berenice ¿?

Para llegar a mis conclusiones comencé a mirar mis heridas, mi familia, mi origen, mis patrones y es aquí donde comenzó una nueva etapa: comencé a DESESTRUCTURARME según todos los condicionamientos impuestos para volver a estructurarme. Esta es de las etapas más duras porque implica renacer, volver a tu verdadera esencia, romper tu caja, salir de tu propia caja, perdonarte, mirarte de frente, reconocerte.

AWAKENIG MOMENT.

Vino el 2020 y con ello la pandemia que a todos nos cambios y nos revolucionó.

Realicé un viaje en Febrero del 2020 con mi padre para comenzar a sanar la relación con él, y de ahí en Marzo hago en Xochimilco una ceremonia espiritual donde logré mirar mi propia energía, y amor, logré conectarme con mi verdadera yo, con mi esencia. Logré entender que todo lo que buscaba afuera estaba interno. Logré mirar mis heridas, mis aciertos, mis errores, entender la esencia de lo humano y lo divino. Romper mis esquemas y condicionamientos.

Pero esto no creas que fue de un día para otro, esto es un trabajo que he venido haciendo desde años atrás inconsciente y conscientemente, y aún continuo.

Hoy estoy justamente en la práctica, en esa implementación de todo lo que el mundo me mostró, parte de ello es cerrar un ciclo por hoy desprenderme, crear desde una nueva perspectiva partiendo de todo lo que hoy SOY¡! De todas y cada una de las experiencias que me dejo desde mi nacimiento en Chihuahua, mi niñez en Guanajuato, parte de mi adolescencia entre Francia y Chicago, mis aprendizajes en CDMX.

Tengo mucho que agradecerte CDMX hoy en día no se si lo estoy haciendo bien, solo se que debo hacerlo, no te digo un adiós si no un hasta luego, abrazo a cada una de las partes que me formaste en 14 años de mi vida aquí.

Suelto con amor y agradecimiento la experiencia que me diste, abrazo mi mujer corporativa y de negocios que bien la voy a necesitar, abrazo a esa mujer independiente y competente que aquí se formó, abrazo a cada una de las empresas con las cuales laboré, a mis jefes que tuve y me espejearon, abrazo a cada uno de estos maestros de vida, abrazo a todas las veces que me rechazaron, en empleos, en personas en las que equivocadamente me vi.

Soy el resultado de una unión perfecta entre óvulo y espematozoide, soy el resultado perfecto de este lado masculino y femenino, y tomo cada una de estas fuerzas para unirme, soy el resultado de la materia y el espíritu, del yin y del yan, de mi luz y obscuridad.

Hoy más que nunca creo que cuando tomas tu lugar, las fichas solas se mueven y se acomodan. No hay nada que buscar, no hay lugar a donde ir, porque todo está dado en mi en ti la abundancia, el amor, la riqueza. Solamente es cuestión de confiar en el proceso y disfrutarlo.

Y si algún día llegas a mi como momento de extrañamiento, voy a dar ese espacio para acordarme de ti y bendecirte y agradecer, dejaré ese espacio libre para que el universo entre en mi y me guíe en mi nuevo camino.

Abriendo paso a una nueva versión de mi, está que hoy en día siento la más real, pura, amorosa y simplemente mi versión. Tal vez mañana esa versión cambie y si la vida me ha enseñado algo es a saberme un ser expandido, esto quiere decir no eres estático, la vida es cíclica y esto es lo más hermoso de ser humanos, a pesar de que no nos guste la incertidumbre y los cambios.

La vida me ha enseñado a moverme en ellos, con las mismas olas, confiando en el cielo azul, en el infinito y vasto universo, que siempre nos respalda.

Hoy te cierro con amor Ciudad de México, hoy dejo toda la energía que no me pertenece en los lugares que les pertenezcan, hoy pido que la energía que me pertenezca y que se haya quedado en algún lugar regrese a mi para que alinee todos mis campos áuricos y de paso hacia un nuevo camino lleno de amor, de luz, de agradecimiento y de bendición.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

A donde quiera que vayas ve con el corazón

Porque es ahí donde tienes tu casa, en tu corazón.