El ego, todo aquello que te aleja de tu ser y esencia.

El ego, el "yo", es todo aquello con lo que nos identificamos, es un sentido de supervivencia apegado a cada uno de nuestros pensamientos, ideologías, nuestra mente y nuestro subconsciente limitado por cada patrón y conducta adquirido a lo largo de nuestra vida.

Todo aquello que nos limita a fronteras, a capas, que nos separa de la conexión con nuestra verdadera esencia y ser.

Todos los humanos estamos condicionados por el ego, desde el momento del parto comienza ese instinto de supervivencia, ese apego y esa búsqueda de identidad. Ahí comienza el primer gran choque y separación de nuestro ser, debido a que pasamos de un estado del ser natural a un condicionamiento humano.

¿Cómo es que la mente humana siempre acaba en el ego? Primero hay que comprender cómo la mente humana se convierte en el ego. El poder es lo único que busca la mente, el hombre no es si no una voluntad de poder, el destino final de la mente es el "yo" y si escuchas a la mente tarde o temprano llegará a ese objetivo mediante argumentos sutiles de que eres el centro del mundo, y aunque la mente dude de todo nunca dudará del propio ego.

Siempre que la mente tiende a rendirse alberga dudas, y dice pero qué es lo que estás haciendo rindiendote a la meditación, rindiendote al amor...¿te has vuelto loco?, ¡permanece en tu estado de control!

- esto es lo escuchamos constantemente de la mente y esa vocecita interna - .

Por eso la mente está contra el amor, el amor es rendición, el ego no puede existir en el amor; por eso la mente está contra dios, ya que no permites la existencia de otro.

El ego no es poroso no dispone de espacio para nadie más, no permitirá que nadie más entre en tu ser, la mente siempre está en contra de rendirse, y quiere controlar todo.

La mente no puede amar, la mente puede ir a la guerra y para ella es fácil, porque en la guerra la mente puede existir pero en el amor debe rendirse. Por eso el amor en ocasiones no es posible e incluso el sexo se convierte en imposible, ya que llega un momento en que se tiene que dejar ir a la mente; solo en ese preciso momento puede ocurrir un orgasmo, y el cuerpo puede llenarse de nueva energía, nuevas vibraciones, y bioelectricidad.

Un orgasmo es algo psíquico y espiritual, muy lejano de únicamente la eyaculación que es algo meramente físico para aliviar el cuerpo, ya que funciona como una válvula de seguridad cuando hay demasiada energía; pero no es lo auténtico. Lo auténtico es cuando se llega al punto culminante de energía, al punto culminante del éxtasis y desde ese punto se deja todo y todo el cuerpo se relaja. Todo el ser se eleva en nueva sintonía y vibra con el cosmos, el ego no está, sé es sólo energía, no hay nadie dentro.

El orgasmo se ha convertido en algo imposible, y a causa de esa falta de orgasmo el 90% de las personas son neuróticas de una manera sútil, y sucede así porque han perdido el acceso más fácil al nirvana. Han perdido la capacidad extraordinaria de ser uno con el todo, y el todo rejuvenece, nos da vida y energía y nos refresca.

El problema es el mismo tanto en el amor, el sexo, la oración o la meditación, uno debe rendirse y el ego no puede rendirse solo busca luchar, tener una pelea, una excusa. Luchar es su combustible, al luchar se siente poderoso, a través de la lucha existe. Si se quiere reforzar al ego hay que vivir en una lucha y pelea constante durante las 24 horas del día. Para poder darle poder al ego debe existir un enemigo, el ego siempre está asustado y listo para luchar porque tiene miedo, se trata como de un dispositivo humano mental, si no se le hace caso casi desaparece.

Si pudieras vivir un día sin ego, te sorprenderías de la magia que puede ocurrir. Nuestro cuerpo físico puede desaparecer pero la energía no. Nuestro cuerpo requiere de alimento si no muere, pero la energía y la conciencia son inagotables, y cuando morimos se trasladan a otro útero, por eso no hay miedo cuando somos uno con la conciencia.

El ego es frágil y tiene miedo de que le puede llegar la muerte en cualquier momento, todo mundo puede eliminarlo solo con un gesto, con una mirada, si alguien nos mira el ego se siente invadido, turbado. El ego deberá morir en cualquier relación profunda, en el amor, en la meditación, y la manera más fácil y hermosa de eliminarlo es mirando una rosa sin pensar, incluso una rosa puede matarlo, es tan frágil y tan débil que carece de toda sustancia. Si nos diéramos solo cuenta de que ese ego es solo miedo no nos ocupamos de él, lo abandonaríamos, para que cargar con una enfermedad? la enfermedad está oculta y pensamos que lo no es, más bien pensamos que es la única salud.

No se puede ser valiente con ego, es algo imposible, porque no se puede ser eterno ni mortal. Cómo se puede ser valiente frente a la muerte ? aveces lo único que tenemos que hacer es salir de nuestra frontera, de nuestro límite y nuestro círculo, para rendirnos y aceptar nuestra naturaleza, nuestra esencia y nuestro maravilloso ser.

Al rendirte, esa sensación de un yo mental

se derrumba.

Solo queda el yo, no la forma "yo", si no una

sensación más profunda del ser, de presencia.

Luego viene una paz enorme.

_Eckhart Tolle