Glándula pineal - elixir natural
- Bediwa
- 25 oct 2020
- 3 Min. de lectura
La glándula pineal, tercer ojo, o bien conocido como sexto chakra llamado ajna, símbolo de intuición y clarividencia. Es una pequeñísima glándula alojada justo en el centro de nuestro cerebro, conocida como el "asiento del alma", y el núcleo donde se gestan todos nuestros pensamientos.
La glándula pineal o la epífisis cerebral encierra en sí misma, una función tan interesante como enigmática. Regula nuestros ciclos, nuestros ritmos circadianos (estado de sueño-vigilia), la entrada a la madurez sexual e incluso muchas de nuestras sensaciones. Es una estructura tan singular como fascinante.
La glándula pineal es algo más que nuestro tercer ojo. Es un pequeño director de orquesta inspirado por la luz del sol, ya que produce melanina y es quien rige de modo sutil nuestros ciclos del sueño, nuestros instantes de relajación, y nuestro despertar a la madurez.
Esta pequeña glándulita tiene un poder inmenso para conectarnos con nuestra conciencia y aquello que no podemos ver pero que nos ayuda a emitir vibraciones altas que nos conectan con nuestro ser interno, nuestra divinidad y el universo o conciencia colectiva.
Te permite experimentar un espectro más amplio de la realidad, ya que cuando la glándula pineal se activa funciona como una pequeña antena en el cerebro, cuanto más alta sea la experiencia que capta, mayor energía aplica a la transmutación de la melatonina, a consecuencia de estas transformaciones químicas vivirás experiencias más nítidas, te sentirás como cuando recién apagas un televisor de los años 60, y prendes un IMAX en 360 grados con sonido envolvente.
Hay 4 estados de conciencia: el de vigilia, cuando dormimos, cuando soñamos y el trascendental (estado theta). Este estado trascendental se puede inducir por medio de meditaciones, de plantas medicinales y de trabajo mental, es en este estado donde experimentamos vivencias místicas y sensoriales fuera de nuestra realidad. Una persona tiene una experiencia sensorial completa fuera de sus sentidos; en otras palabras es un momento profundo donde te inclinas a prestar atención a tus imágenes internas, es más fuerte la cantidad de gratitud, amor, compasión que sientes, te encuentras grabando en tu mente nuevos circuitos de estas experiencias.
Lo que sucede una vez experimentado esto, y regresando a tus sentidos, es que puedes experimentar un espectro más amplio de la realidad, porque comenzarás a ver cosas que siempre han existido pero no tenías los medios para percibirlas. Así que, a medida que activas la glándula pineal comienzas a brillar y a sintonizar con la energía y frecuencia para saber cómo suprimir al yo conocido y sintonizarte con estados mentales theta, donde la mente duerme pero la consciencia está despierta.
A medida que comenzamos a crear más coherencia en la mente y más coherencia en el corazón creamos un láser más profundo. La glándula pineal nos aporta información una vez activada, pero no podremos leerla a menos que tengamos esta conexión y esta coherencia. Una vez que comienzas su estimulación todo en ti se vuelve dulce y hermoso, crea en ti un placer interno, una ambrosía que hace que todos los placeres externos se vean como el preescolar, muchos yoguis experimentan estos placeres internos con los ojos cerrados, y no por estar en contra del placer externo, si no de pequeños placeres.
La glándula pineal está en un aspecto de nuestra fisiología de trascender lo físico, y acercarnos a nuestra conciencia.
Si una gota entra en tu sistema, todo comenzará a lubricarse y funcionar bien, la desesperación que sientes en tu mente se habrá ido. Si tu energía alcanza a entrar dentro de ti tendrás una nueva y clara visión de la vida, lo verás todo a través de una dimensión diferente, por lo que comienzas a ver las cosas con un ojo interno. Verás la vida más allá de lo físico y de tus limitaciones.
Desde un punto de vista científico la glándula pineal se activa como un transductor el cual comienza a crear versiones mejoradas de melatonina, la cual ya nos hace soñar, pero ahora se soñará de verdad y te relajaras de verdad. Y luego producirás ese maravilloso químico llamado DMT - Dimetiltriptamina que comienza a encender todo y comienzas a experimentar a través del espacio, como un ser dimensional.
Para activar esta maravillosa glándula basta con comenzar a inducir a tu mente a estados profundos meditativos, o bien existen plantas medicinales como el ayahuasca que te ayudan a entrar a estos estados alterados de tu mente, donde aprendes a conectar con tu verdadero ser y a mirar desde una perspectiva más clarividente y profunda de tu existencia, donde tu nivel energético alcanza ese elixir.
"Si tu ojo ve con claridad, todo tu cuerpo estará lleno
de luz."
Mateo 6:22
Comments